Sombras y sonidos que no tienen sentido alguno.
Me siguen, toda la vida... ¿Me escuchan?
Yo no las escucho.
Escribo desde la oscuridad, en la soledad de mis recuerdos.
Porque desde esta oscuridad sale una luz incandescente.
Palabras, versos, frases que nadie recita.
Las sombras que lo cubren todo, no dejan esclarecer mi mente.
Un velo grisáceo a la luz, una sonrisa.
Un recuerdo, una mentira más.
Una frase vacía que suena como un eco.
Nadie las escucha.
Estas frases sin voz, sin vida, ¿son despreciables?
Las palabras que recito al anochecer, buscan la paz,
un camino que no conocen.
Tanto que ha cambiado.
Tantas frases... y estos corazones... ¡estos corazones ya no son míos!
He perdido el vertiginoso andar de estos corazones... mas una palabra que no logro entender, dilucidar.
El hilo de estas palabras intenta darme una señal,
mas la humanidad en mi es más fuerte, más insensible.
No las quiero entender, no las quiero escuchar.
Estos sonidos, estas sombras, estas palabras que se van.
No las quiero nombrar, no las quiero escuchar.
Estas frases, estos corazones que ya no son míos.
Pero, ¿qué sé yo en verdad?
¿Qué es lo que sé?
Soy ignorante.
Ser despreciable, palabra vacía, sonido sin voz.
Un agujero en estos corazones.
Soplo en el corazón
lunes, 20 de octubre de 2008
Publicado por Lovette~ en 22:04 2 comentarios
Soledad
jueves, 2 de octubre de 2008
Soledad...
Miedo irrefutable a la soledad.
Ambiguo deseo de compañía.
Surge de la nada en mis días tristes,
en mis días nublados, en mis días callados.
Es que todo el dolor que siento no lo puedo compartir
y tu mirada compasiva aumenta mi congoja.
Es por eso que me refugio en mi soledad.
Porque una mirada vacía
me daña más que la desolación;
y aunque mi corazón ruegue por una esperanza
no deseo de tus labios ninguna palabra.
Este sentimiento crece inexorable,
sin fecha de caducidad,
sin destino aparente
y sin camino que trazar.
Sólo vive en mi interior,
como una luz remota,
e ilumina este cuarto
cuando ya no hay nadie más.
Y este vacío momentáneo
se vuelve negro en la eternidad,
corrompiendo mi sentido de la realidad,
deteniendo el tiempo en un corazón afligido
y lleno de contrariedad.
¿Y cuánto puedo pagar por una mirada,
un abrazo, una caricia, si no valen nada?
Pero no le temo a eso.
No le temo a nada
y no le temo a la nada,
aunque ni más de mil palabras
podrán expresar lo que siento
ni podrán demostrarte mi sufrimiento.
Talvez, si pudiera hacerlo...
ya no sería soledad lo que siento.
Publicado por Lovette~ en 22:32 3 comentarios